Fail

Hoy después de un entrenamiento, uno de mis más asiduos compas de meádas y yo nos fuimos a tomar un seisito platicador bajo la luz de las estrellas con la brisa marina golpeándonos la cara y la enormidad del pácifico insultándonos como lo que somos frente a el, una insignificante fracción de la nada. Si, yo sé que parecía ser un momento de lo más romántico, pero no, ni siquiera las canciones de Alejandra Guzmán que el destino mismo se propuso poner en el momento hicieron que nuestra curiosidad saliera de donde la tenemos bien pinchi guardada, el que es macho es macho.
Hablamos de fútbol, de religión, de la familia, de vinos, y de un mundo de temas más, eso hasta que llegó una camioneta de modelo muy reciente y con cristales polarizados frente a nosotros, después de un rato vimos que se bajo una muchacha de unos veinti-menos-de-treinta que no era precisamente un forrazo pero tenía su encanto, y unos instantes después que se baja un señor que en el mejor de los casos para el, me doblaba la edad, y se fueron como la más feliz pareja del universo a caminar por el wanna-be-malecón-sin-iluminación a intercambiar “te quieros”, promesas de divorcio y cosas por el estilo. Salvo un par de comentarios con respecto a la evidente relación esposo-amante no dijimos nada, pero después de algunos minutos vimos que regresaron y se veían un poco más cariñosos, el señor se subió a la camioneta en el lugar de ella, yo pensé que lo había hecho porque no quería salir a la carretera a abrir la puerta del otro lado, pero en eso la damita se subió al estribo de la camioneta y empezó a proporcionarle lo que de lejos se veía como un delicioso tratamiento buco-genital, volteaba a ver si no venía nadie y se regresaba a su posición, yo no sé como no se dio cuenta desde un principio de nuestra presencia, sin duda alguna eso le habría evitado el mal sabor de boca, vergüenza y mal rato la interrupción del mamey que le estaba dando al vegete ese, cuando obviamente notó que estabamos ahí de un movimiento ágil limpió lo que tenía que limpiar de los bordes de sus labios y se subió rápido a la camioneta, digo, la sensación de voyeur y exhibicionismo es como que priceless, pero a la edad de ese wey yo me tomaría más precauciones, yo no me imaginé esta mañana que frustaría por un momento la travesura del pobre señor ese, debe ser su mal karma, me cae.

Crazy by Aerosmith.

6 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

guagghhh!

viejo calenturiento!


Que bueno que estuviste ahí, para que se le frustrara su aventura.

Lo malo es que viste, es desagradable... ó no?...

Un abrazo Rich.


PD:... nche internet de porquería.

Rich dijo...

No, no, bueno, con todo el [s]morbo[/s] dolor de mi corazón tuve que medio ver, pero no vi nada explicito, digo, es evidente que se la estaba mamando porque cuando se bajo el don traía el cinto desabrochado, pero solo vi uno que otro movimiento que delataba a la puchacha.

Jo dijo...

a mi me cagan los viejos rabo verdes
la verdad.. me dan asco

aggh...
como pueden aguantar?

Juanitos Blog dijo...

¿Eso pasó en el wanna be malecón? Se me hace raro... supongo que siempre me distraigo para no ver ese tipo de cosas...

AriCat

Æronath dijo...

OMG jajaja...
no mamss caon, el primer parrafo suena exactamente a lo ke hago con mi compa el buen A*** como 1 o 2 veces a la semana, pero no en el wanna be malecon

NTQVCA dijo...

le habrán pagado bien?