Vacaciones.

Una vez, en el bachillerato un compañero dijo: "Que buenas vacaciones se acaba de aventar, maestro" mientras todos entrabamos a clase desilusionados pues después de varios días sin que el maestro nos diera clases sin razón alguna, llegaba con su maletín dispuesto a trabajar.


El maestro puso cara aún más seria y contestó algo que de cierto modo, jamás olvidaré:

Pues, la verdad que estas vacaciones no se las deseo a nadie .
Una corta risa sarcástica y concluyó:
Vengo de enterrar a mi madre. Disculpen.
Y se fue a la chingada.
Inmediatamente pensé que el pendejo que había dicho lo de las vacaciones era aún más pendejo, pendejísimo de hecho.
Y saben qué, acabo de experimentar algo parecido, no tan grave, pero parecido.
No me juzgen.